BON: te quiero
Dicen que el amor no entiende de razas, distancias, sexo o edad. Pero, ¿realmente la sociedad esta preparada para ello? ¿Cómo alguien no puede aceptar el amor entre dos personas? ¿Por que entierran algo tan bonito en el olvido? ¿Cual seria la unica salida? Un amor destinado a la separacion...
-Gracias Amanda ;)
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Bienvenid@s!
Hola! Antes que nada, gracias por el simple hecho de entrar aquí. Aquí os pondré mis historias, mis pensamientos y siempre van a tener como protagonistas a los chicos de Tokio Hotel, aunque no siempre saldrán como tal.
Espero que os guste y que os divirtáis leyendo y pido una única cosa, en esta actual historia los cuatro chicos no son los protagonistas, es mi primera historia así, y me encantaría que a continuación me contárais que os parece.
Me alegraría muchísimo saber que cada visitante elige su opinión en la encuesta =)
Muchísimas gracias por vuestra atención, y espero, sigáis entrando ;)
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miércoles, 24 de marzo de 2010
Capítulo 9.
-Seguramente que mi hermano se ha llevado aquella chica a nuestra habitación, así que... tenéis que soportarme-Bill puso sus manos en los hombros de sus amigos.
-Supongo que sí, se la habrá tenido que llevar ya a la habitación porque llevaban dos días con el tonteo-apuntó Georg.
-Y eso es récord para Tom, no se-Gustav se encogió de hombros-. La vida de universitario le está cambiando para bien, ¿no creéis?
-Yo sigo creyendo que mi hermano se ha fijado en una chica, vamos, que le hace tilín pero no lo quiere reconocer y menos decírnoslo. Tendremos que investigar por nuestra cuenta-Bill achinó la mirada.
-¿Tienes que estudiar mucho?-Georg le preguntó a Bill.
-Que va, Eva todavía no se ha decidido que vamos hacer para pillar al profesor de química-los dos fruncieron el ceño-. Sí, lo que os conté el otro día, lo de su expediente de acoso.
-Oh, es verdad-dijeron los dos.
-Así que, tengo la tarde libre. ¿Vosotros que tenéis que hacer?-cogió el libro que tenía en las manos Gustav. Bill puso cara de espanto cuando vio aquello-. Como... abrir... un cuerpo...-tragó saliva y se colocó una mano en la boca para no vomitar. Gustav se lo quitó.
-Eso te pasa por meterte donde no te llaman-bajó la mirada al libro-. Esto es lo más natural del mundo, es lo que tienes tú si te abrimos.
-Cállate por favor. Voy...en serio... voy a potar-hacía arcadas-. ¿Cómo os pueden poner esas imágenes en los libros?-fruncía el ceño-, es más, ¿cómo tenéis cuerpo para ver esas cosas y más adelante verlo en directo?
-Te vemos a ti, no creo que esto sea peor-dijo Georg y comenzó a reirse con su amigo.
-Ja, ja, ja. Me parto contigo tío-hizo mueca de burla.
Se pararon enfrente de la puerta esperando a que Georg encontrase la llave. Bill desvió un momento la mirada y fue cuando vio a Eva que iba a entrar a su habitación.
Recordó que hacía dos días le prometió que le iba ayudar con Claire y aún seguía observándola a escondidas.
-Ahora vengo. ¿Qué tal?
Eva no lo vio venir y se asustó.
-Lo siento, no quería asustarte.
-No pasa nada-se quitó la mano del corazón-. ¿Qué haces?
-Nada, he venido a estar con Georg y Gustav-señaló para atrás y cuando Eva se asomó para ver estos dos ya se estaban metiendo en su habitación.
-Interesante-asentía con la cabeza.
-¿Y tú qué? ¿Qué son todos estos libros?-alargó la mano y los tocó.
-Me he encontrado por el pasillo a Claire y me ha pedido el favor de que se los traiga-resoplaba.
-¿De Claire? Trae, yo te ayudo-y antes de que puediera decir nada ya los había cogido todos.
-Tienes un morro...-Bill sacó la lengua sonriente.
Eva abrió la puerta y Bill la siguió.
-Déjalos allí, en ese escritorio-le señaló para el lado derecho de la habitación.
-Vaya, que ordenada-dijo una vez soltados los libros-. Tom y yo no hemos visto una habitación tan ordenada desde que no vivimos con nuestra madre-rieron.
La habitación se quedó en silencio y Bill lo rompió.
-Eva, han pasado dos días. ¿Puedes ayudarme sí o sí?-se acercó a ella suplicante.
-Ah, eso. Es que, como no me has dicho nada pues...
-Tienes razón. Venga, tienes que decirme algo que pueda hacer para que ella se quede impresionada, que diga: vale la pena conocer a este chaval-Bill se motivó.
-Mmm, déjame que piense... Una cosa que le impresione de un chico...-Eva se sentó y apoyó su mano en la barbilla fijando la mirada en el suelo.
Bill se sentó en la cama esperando.
-¡Ya sé!-Bill se sobresaltó y abrió mucho los oídos a escuchar-. ¿Te has leído el libro de Dorian Gray?-Bill enarcó una ceja-. Vale...
>>Resulta que ese libro es el favorito de Claire y tiene razón al decir que ningún chico se ha leído ese libro...
-Pues yo me lo leo, no hay ningún problema. ¿Lo tienes por casualidad?
-Estás de suerte-se levantó y se agachó para buscar entre los libros de la mesita-. Aquí tienes-le tendió un libro blanco, no muy gordo con portada algo siniestra.
-¿Y de qué va?
-No te lo vas a leer.
-¿Me subestimas?-puso los ojos en blanco.
-No te lo vas a leer porque es un lenguaje muy complejo, es antiguo y además, siniestro.
Bill se hizo el dormido y Eva le tiró un cojín.
-Perdona-dijo entre risas-, tienes razón. Este tipo de libros no van conmigo... pero por Claire hago lo que sea-Bill se cruzó de brazos y miró para arriba-, pero si hubiera una chica morena cuyo nombre es Eva que me explicara lo más importante del libro para dejarla impresionada...-bajó la mirada para encontrarse con la de ella que enarcaba una ceja.
-De acuerdo-dijo tras un suspiro-, para acercarte a ella ya te las arreglas tú. Entonces, ella te preguntará que cual es tú capítulo favorito o por donde estás leyendo. Tú le dirás que la parte en la que Sybil Vane es hallada muerta tras unas horas de que su príncipe le dijera que no quería casarse con ella.
-¿Esa es su parte favorita?-la chica afirmó con la cabeza-. ¿Y si me pregunta a mí que porqué he elegido ese capítulo?
-Ah-se encogió de hombros-, ¿crees qué podrás ingeniartelas?
-Por supuesto-se levantó y se metió el libro en su cartera-. Ya nos veremos.
-Adiós-Eva le sonrió.
Bill se dirigió a su habitación no sin antes asomar la cabeza en la habitación de sus amigos para despedirse.
Iba distraido viendo aquel libro leyéndose la primera página para ver si le enganchaba pero, en absoluto.
Como es de su costumbre ser torpe se tropezó con una chica.
-Culpa mía-al darse cuenta de con quien se tropezó sonrió-. ¿Qué tal con mi hermano? ¿Acabas de salir de su habitación?
Bill se dio cuenta que la chica de ojos azules no estaba muy satisfecha.
-Tú hermano es idiota. ¡Pues no va y me dice otro nombre!-y se fue echa una furia.
Bill la vio alejarse frunciendo el ceño.
-¿Qué le ha dicho otro nombre?-susurró y después se echo a reír.
Aceleró el paso, quería hablar con su hermano; estaba claro que estaba colado por una chica y esto lo tenía que saber Bill pero una tal Claire, hizo que retrocediese.
Se escondió porque era su costumbre pero se acordó de que tenía una misión y ahora era un buen momento para hacerla.
Cogió el libro y se lo colocó en la mano, que se viera bien el título y la siguió. Para alegría de Bill iba sola.
Se paró enfrente del tablón de anuncios.
-Tú puedes-se dio ánimos tras un suspiro.
Se acercó sigilosamente mientras la miraba por el rabillo del ojo e hizo como si estuviera buscando algo señalando con el dedo, había que ser originales.
Claire notó una presencia a su lado y desvió la mirada para ver quien era, cuando se dio cuenta hizo una mueca pero no pudo evitar mirar en sus brazos. Abrió mucho los ojos, sorprendida, no podía creerse que aquel patán pudiera estar leyéndose su libro favorito. Hasta ahora no había conocido a ningún chico que le gustase ese libro, escaseaban y por eso se alegró muchísimo a pesar de que se tratara de Bill.
-Perdona...
-¿Si? Oh, no me había fijado que estabas aquí-rió nervioso.
-Ya... Esto... me he fijado que tienes el libro de Dorian Gray.
-¿El libro?-lo cogió y lo miró-. Sí, me lo estoy leyendo y por ahora está siendo mi libro favorito. La verdad es que conozco a pocos que le gusten este libro porque es tan...-recordó las palabras de Eva-, siniestro y complejo que pocos lo eligen.
-Vaya, estoy de acuerdo contigo-Claire no dejaba de sonreírle y Bill estaba que explotaba de la felicidad-. Por cierto me llamo Claire-le tendió la mano-. Creo que ya te lo puedo decir ya que te llevas tan bien con Eva.
-Si, digamos que hicimos un poco el idiota.
-Supongo que sí. Esto...-comenzó a hablar tras unos segundos de silencio-, ¿por dónde vas?
-Normalmente por la universidad-dijo serio y dentro de sí le creó una esperanza con aquella pregunta porque podría que se la haya realizado para encontrarse más con él.
-Me refiero en el libro-se mordió el labio inferior para no reir.
-Ah-se puso colorado ante semejante vergüenza-. Esto...-se puso más nervioso-, p-por cuando...-hizo memoria para acordarse de los nombres-, ¡Sybil Vane!-Claire se asustó cuando subió el tono de voz al acordarse y a Bill le entró la risa nerviosa mientras hablaba-, es hallada muerta horas después de que su príncipe no quisiera casarse con ella-se relajó al ver que Claire le prestaba más atención y le miraba con ojos iluminados-. Por ahora, va siendo mi capítulo favorito.
Claire se quedó callada, observándole. Siempre ha estado soñando con encontrar a ese chico que tuviera el mismo gusto que ella con respecto a los libros y lo tenía delante de ella.
-Me dejas impresionada. Esa parte es mi favorita. La joven no se hace a la idea de que el amor de su vida no quiere casarse con ella y decide... usar el camino más fácil.
-No lo hubiera expresado mejor-asentía con la cabeza.
Se quedaron en silencio.
-Bueno...-comenzó a decir ella tocándose el pelo, coqueteando-. Cuando lo acabes me dices que te parece.
-De acuerdo-balbuceó.
Claire se marchó no sin antes regalarle un rostro alegre por aquel momento que habían tenido juntos.
Cuando Bill se acordó de respirar y de taparse la boca para que no se le saliese el corazón, se fue dando saltitos de alegría hasta su habitación y pensando en como agradecérselo a Eva.
-Supongo que sí, se la habrá tenido que llevar ya a la habitación porque llevaban dos días con el tonteo-apuntó Georg.
-Y eso es récord para Tom, no se-Gustav se encogió de hombros-. La vida de universitario le está cambiando para bien, ¿no creéis?
-Yo sigo creyendo que mi hermano se ha fijado en una chica, vamos, que le hace tilín pero no lo quiere reconocer y menos decírnoslo. Tendremos que investigar por nuestra cuenta-Bill achinó la mirada.
-¿Tienes que estudiar mucho?-Georg le preguntó a Bill.
-Que va, Eva todavía no se ha decidido que vamos hacer para pillar al profesor de química-los dos fruncieron el ceño-. Sí, lo que os conté el otro día, lo de su expediente de acoso.
-Oh, es verdad-dijeron los dos.
-Así que, tengo la tarde libre. ¿Vosotros que tenéis que hacer?-cogió el libro que tenía en las manos Gustav. Bill puso cara de espanto cuando vio aquello-. Como... abrir... un cuerpo...-tragó saliva y se colocó una mano en la boca para no vomitar. Gustav se lo quitó.
-Eso te pasa por meterte donde no te llaman-bajó la mirada al libro-. Esto es lo más natural del mundo, es lo que tienes tú si te abrimos.
-Cállate por favor. Voy...en serio... voy a potar-hacía arcadas-. ¿Cómo os pueden poner esas imágenes en los libros?-fruncía el ceño-, es más, ¿cómo tenéis cuerpo para ver esas cosas y más adelante verlo en directo?
-Te vemos a ti, no creo que esto sea peor-dijo Georg y comenzó a reirse con su amigo.
-Ja, ja, ja. Me parto contigo tío-hizo mueca de burla.
Se pararon enfrente de la puerta esperando a que Georg encontrase la llave. Bill desvió un momento la mirada y fue cuando vio a Eva que iba a entrar a su habitación.
Recordó que hacía dos días le prometió que le iba ayudar con Claire y aún seguía observándola a escondidas.
-Ahora vengo. ¿Qué tal?
Eva no lo vio venir y se asustó.
-Lo siento, no quería asustarte.
-No pasa nada-se quitó la mano del corazón-. ¿Qué haces?
-Nada, he venido a estar con Georg y Gustav-señaló para atrás y cuando Eva se asomó para ver estos dos ya se estaban metiendo en su habitación.
-Interesante-asentía con la cabeza.
-¿Y tú qué? ¿Qué son todos estos libros?-alargó la mano y los tocó.
-Me he encontrado por el pasillo a Claire y me ha pedido el favor de que se los traiga-resoplaba.
-¿De Claire? Trae, yo te ayudo-y antes de que puediera decir nada ya los había cogido todos.
-Tienes un morro...-Bill sacó la lengua sonriente.
Eva abrió la puerta y Bill la siguió.
-Déjalos allí, en ese escritorio-le señaló para el lado derecho de la habitación.
-Vaya, que ordenada-dijo una vez soltados los libros-. Tom y yo no hemos visto una habitación tan ordenada desde que no vivimos con nuestra madre-rieron.
La habitación se quedó en silencio y Bill lo rompió.
-Eva, han pasado dos días. ¿Puedes ayudarme sí o sí?-se acercó a ella suplicante.
-Ah, eso. Es que, como no me has dicho nada pues...
-Tienes razón. Venga, tienes que decirme algo que pueda hacer para que ella se quede impresionada, que diga: vale la pena conocer a este chaval-Bill se motivó.
-Mmm, déjame que piense... Una cosa que le impresione de un chico...-Eva se sentó y apoyó su mano en la barbilla fijando la mirada en el suelo.
Bill se sentó en la cama esperando.
-¡Ya sé!-Bill se sobresaltó y abrió mucho los oídos a escuchar-. ¿Te has leído el libro de Dorian Gray?-Bill enarcó una ceja-. Vale...
>>Resulta que ese libro es el favorito de Claire y tiene razón al decir que ningún chico se ha leído ese libro...
-Pues yo me lo leo, no hay ningún problema. ¿Lo tienes por casualidad?
-Estás de suerte-se levantó y se agachó para buscar entre los libros de la mesita-. Aquí tienes-le tendió un libro blanco, no muy gordo con portada algo siniestra.
-¿Y de qué va?
-No te lo vas a leer.
-¿Me subestimas?-puso los ojos en blanco.
-No te lo vas a leer porque es un lenguaje muy complejo, es antiguo y además, siniestro.
Bill se hizo el dormido y Eva le tiró un cojín.
-Perdona-dijo entre risas-, tienes razón. Este tipo de libros no van conmigo... pero por Claire hago lo que sea-Bill se cruzó de brazos y miró para arriba-, pero si hubiera una chica morena cuyo nombre es Eva que me explicara lo más importante del libro para dejarla impresionada...-bajó la mirada para encontrarse con la de ella que enarcaba una ceja.
-De acuerdo-dijo tras un suspiro-, para acercarte a ella ya te las arreglas tú. Entonces, ella te preguntará que cual es tú capítulo favorito o por donde estás leyendo. Tú le dirás que la parte en la que Sybil Vane es hallada muerta tras unas horas de que su príncipe le dijera que no quería casarse con ella.
-¿Esa es su parte favorita?-la chica afirmó con la cabeza-. ¿Y si me pregunta a mí que porqué he elegido ese capítulo?
-Ah-se encogió de hombros-, ¿crees qué podrás ingeniartelas?
-Por supuesto-se levantó y se metió el libro en su cartera-. Ya nos veremos.
-Adiós-Eva le sonrió.
Bill se dirigió a su habitación no sin antes asomar la cabeza en la habitación de sus amigos para despedirse.
Iba distraido viendo aquel libro leyéndose la primera página para ver si le enganchaba pero, en absoluto.
Como es de su costumbre ser torpe se tropezó con una chica.
-Culpa mía-al darse cuenta de con quien se tropezó sonrió-. ¿Qué tal con mi hermano? ¿Acabas de salir de su habitación?
Bill se dio cuenta que la chica de ojos azules no estaba muy satisfecha.
-Tú hermano es idiota. ¡Pues no va y me dice otro nombre!-y se fue echa una furia.
Bill la vio alejarse frunciendo el ceño.
-¿Qué le ha dicho otro nombre?-susurró y después se echo a reír.
Aceleró el paso, quería hablar con su hermano; estaba claro que estaba colado por una chica y esto lo tenía que saber Bill pero una tal Claire, hizo que retrocediese.
Se escondió porque era su costumbre pero se acordó de que tenía una misión y ahora era un buen momento para hacerla.
Cogió el libro y se lo colocó en la mano, que se viera bien el título y la siguió. Para alegría de Bill iba sola.
Se paró enfrente del tablón de anuncios.
-Tú puedes-se dio ánimos tras un suspiro.
Se acercó sigilosamente mientras la miraba por el rabillo del ojo e hizo como si estuviera buscando algo señalando con el dedo, había que ser originales.
Claire notó una presencia a su lado y desvió la mirada para ver quien era, cuando se dio cuenta hizo una mueca pero no pudo evitar mirar en sus brazos. Abrió mucho los ojos, sorprendida, no podía creerse que aquel patán pudiera estar leyéndose su libro favorito. Hasta ahora no había conocido a ningún chico que le gustase ese libro, escaseaban y por eso se alegró muchísimo a pesar de que se tratara de Bill.
-Perdona...
-¿Si? Oh, no me había fijado que estabas aquí-rió nervioso.
-Ya... Esto... me he fijado que tienes el libro de Dorian Gray.
-¿El libro?-lo cogió y lo miró-. Sí, me lo estoy leyendo y por ahora está siendo mi libro favorito. La verdad es que conozco a pocos que le gusten este libro porque es tan...-recordó las palabras de Eva-, siniestro y complejo que pocos lo eligen.
-Vaya, estoy de acuerdo contigo-Claire no dejaba de sonreírle y Bill estaba que explotaba de la felicidad-. Por cierto me llamo Claire-le tendió la mano-. Creo que ya te lo puedo decir ya que te llevas tan bien con Eva.
-Si, digamos que hicimos un poco el idiota.
-Supongo que sí. Esto...-comenzó a hablar tras unos segundos de silencio-, ¿por dónde vas?
-Normalmente por la universidad-dijo serio y dentro de sí le creó una esperanza con aquella pregunta porque podría que se la haya realizado para encontrarse más con él.
-Me refiero en el libro-se mordió el labio inferior para no reir.
-Ah-se puso colorado ante semejante vergüenza-. Esto...-se puso más nervioso-, p-por cuando...-hizo memoria para acordarse de los nombres-, ¡Sybil Vane!-Claire se asustó cuando subió el tono de voz al acordarse y a Bill le entró la risa nerviosa mientras hablaba-, es hallada muerta horas después de que su príncipe no quisiera casarse con ella-se relajó al ver que Claire le prestaba más atención y le miraba con ojos iluminados-. Por ahora, va siendo mi capítulo favorito.
Claire se quedó callada, observándole. Siempre ha estado soñando con encontrar a ese chico que tuviera el mismo gusto que ella con respecto a los libros y lo tenía delante de ella.
-Me dejas impresionada. Esa parte es mi favorita. La joven no se hace a la idea de que el amor de su vida no quiere casarse con ella y decide... usar el camino más fácil.
-No lo hubiera expresado mejor-asentía con la cabeza.
Se quedaron en silencio.
-Bueno...-comenzó a decir ella tocándose el pelo, coqueteando-. Cuando lo acabes me dices que te parece.
-De acuerdo-balbuceó.
Claire se marchó no sin antes regalarle un rostro alegre por aquel momento que habían tenido juntos.
Cuando Bill se acordó de respirar y de taparse la boca para que no se le saliese el corazón, se fue dando saltitos de alegría hasta su habitación y pensando en como agradecérselo a Eva.
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TSUPDOAA
Bill Kaulitz es un chico que todo lo tiene, inteligente, atractivo, cariñoso... Junto a su hermano gemelo Tom y sus dos mejores amigos: Georg y Gustav, se van a embarcar en la aventura de pisar por primera vez la universidad donde se volveran locos por las...sí, las chicas.
Pero Bill queda embobado por una rubia pero lo que no sabe el es que tendrá que recurrir a su peor enemiga para poder conquistar su corazón.
La pregunta es, ¿conquistar el corazón de la rubia o el de su peor enemiga? ;D
Da click abajo para leer todos los capítulos ;)
Pero Bill queda embobado por una rubia pero lo que no sabe el es que tendrá que recurrir a su peor enemiga para poder conquistar su corazón.
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