BON: te quiero
Dicen que el amor no entiende de razas, distancias, sexo o edad. Pero, ¿realmente la sociedad esta preparada para ello? ¿Cómo alguien no puede aceptar el amor entre dos personas? ¿Por que entierran algo tan bonito en el olvido? ¿Cual seria la unica salida? Un amor destinado a la separacion...
-Gracias Amanda ;)
-Gracias Amanda ;)
Bienvenid@s!
Hola! Antes que nada, gracias por el simple hecho de entrar aquí. Aquí os pondré mis historias, mis pensamientos y siempre van a tener como protagonistas a los chicos de Tokio Hotel, aunque no siempre saldrán como tal.
Espero que os guste y que os divirtáis leyendo y pido una única cosa, en esta actual historia los cuatro chicos no son los protagonistas, es mi primera historia así, y me encantaría que a continuación me contárais que os parece.
Me alegraría muchísimo saber que cada visitante elige su opinión en la encuesta =)
Muchísimas gracias por vuestra atención, y espero, sigáis entrando ;)
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sábado, 27 de marzo de 2010
Capítulo 20.
A fuera esperando a que Bill pagase como él había dicho, Eva se agachó para ponerse bien su zapato que por cierto, le encantaba.
Desvió un momento la mirada y cuando vio que Tom y Claire hablaban la mar de bien puso los ojos en blanco; se incorporó con una sonrisa en su rostro.
No quiso interrumpir aquello, sabía que los dos estarían bien. Se cruzó de brazos a esperar; dio una vuelta en sí y volvió para mirar por la vitrina del restaurante en el que tan solo unos minutos atrás, acababa de salir.
Pudo reconocer a la pareja de ancianos que muy amablemente les saludaron nada más entrar; también vio a varios jóvenes que reían y en el mostrador, más guapo que nunca, Bill. No pudo evitar sonreír, aquella noche Bill iba realmente guapo, nunca lo había visto así. Ah, bueno, sí. En su sueño.
Sacudió la cabeza para olvidarse de aquel recuerdo, aquel recuerdo que tanto le gustó pero, que tan solo significaba una cosa que no podía permitir.
-¿Nos vamos?-dio un respingo al oír la voz del chico en el que estaba pensando tan cerca. Le devolvió su alegre sonrisa.
-Vamos-caminaron para recoger a los otros.
Bill volvió al lado de Claire, coqueto, y ésta enseguida volvió a entrelazar su brazo con el de chico para seguir el camino los dos juntos. Mientras tanto, Eva esperó a Tom que con cara de disgusto miraba a Claire y a su hermano.
-Venga Tom, ¿te cuento un chiste? Seguro que te ríes, es muy malo-murmuró.
-Pruébame, yo soy el rey de los chistes malos-sonrió divertido.
-Vale, esto eran dos hombres caminando y se cayó el del medio-Eva empezó a reírse sola esperando a que Tom la acompañara pero no obutvo tal cosa y paró de reír enseguida.
-Lo siento, a ti no te gana nadie-rió y Eva le dio un pequeño golpe.
-Al menos te he animado.
-¿Quien ha dicho que estuviera mal?-se encogió de hombros.
-Vamos, me vas a decir que no te ha molestado que tú hermano te interrumpiera.
Tom calló en silencio.
-Bah, mejor pasar del tema-sacó la lengua.
-Como quieras-le sonrió.
Después de quince minutos, ya estaban parados enfrente de la facultad de ingeniería y por lo que parecía desde fuera, era una buenísima fiesta. A fuera, habían unos cuantos que necesitaban del aire, no se estaban aburriendo demasiado.
A la vez que entraban veían como cada uno se tomaba la fiesta como querían; unos bebían, otros bailaban, otros hacían ambas cosas y otros, se traspasaban saliva.
Aquello era muy grande, la música sonaba por cada rincón y ninguno estaba aburrido. Cerca de la terraza había un sillón y éstos se sentaron allí antes de que se lo quitaran.
-Esto, voy a buscar a Georg y a Gustav-Tom tuvo que alzar un poco la voz para decírselo a Eva ya que su hermano y Claire estaban muy entretenidos hablando-. ¿Quieres que te deje la chaqueta?
-Sí-se la quitó y se la pasó-, gracias.
Mientras veía como se marchaba Tom, se colocó bien su vestido y miró a su alrededor, no pudo evitar bailar un poquito desde su asiento, aquella música llamaba a todos a bailar.
-¡Eh! Guapísima, ¿qué haces aquí sola?
Un chico de no más de 20 años se le acercó con un tufo bastante grande a alcohol, Eva se apartó empujándolo. Iba a hablar con Claire, para decirle que si por favor la acompañaba algún lugar para no estar sola pero, la vio tan entretenida que decidió irse solita. Bufó y se levantó.
-¿Habéis visto a Tom?-preguntaba a todo aquel que creía que le conocía y casi todos le decían que no mientras que otros, le tiraban los trastos aprovechando que se había acercado.
-¡Gustav!-gritó cuando lo reconoció entre la multitud en el piso de arriba. Apartó una barra de personas y por fin lo alcanzó.
-Eva-gritó sorprendido-. ¿Qué tal?-y la abrazó.
-Muy bien, como tú que estás…-dijo entre dientes-. ¿Has visto a Tom?-enarcó una ceja.
-Emm-empezó a señalar para todos lados y acto seguido se llevó su vaso a la boca-. Estaba por aquí hace un segundo, te lo juro.
-Te creo, bueno, voy a buscarle.
-Eh, ¿te tomas algo conmigo?
-Sí, emm, cuando vuelva a pasar por aquí-decía mientras se iba.
Subió más escaleras y bajó en seguida cuando se dio cuenta que aquello servía de hostal.
-¿Eva?
-Tom-bajó rápido hacía él.
-¿Qué haces bajando de ahí? ¿Algún ligue?-le sonría pícaro mientras le daba con el codo.
-Que va. Te estaba buscando ya que me has dejado sola ahí con… los tórtolos-suspiró.
-Has venido al tipo adecuado para pasártelo en grande, acompáñame-le hizo un gesto con la cabeza para que le siguiera. Pararon enfrente de una mesa llena de vasos y bebidas, no pudo darse cuenta de lo que estaba echando Tom pero seguro que agua no era-. Aquí tienes.
-¿Qué es?-lo cogió.
-Ice tea-Eva enarcó una ceja-. Es cierto, pruébalo y verás.
Primero lo olió y después lo saboreó un poco, que sabor tan dulce y tan rico para su paladar. Tom sonrió satisfecho.
Mientras tanto en el piso de abajo, en el sillón cerca de la terraza…
-Oye, ¿dónde están estos?-preguntó Claire al darse cuenta que estaban solos.
-Ni idea-se encogió de hombros.
-Bill-sonrió-. ¿Por qué no nos vamos a un lugar más tranquilo?-le señaló a la terraza.
Éste le devolvió la sonrisa levántandose y ofreciéndole la mano para que pudiera ponerse en pie. Abrieron la puerta de cristal y salieron a la calle.
-Uy, que frío-dijo ella abrazándose.
-Ten-se quitó su chaqueta y se la colocó en sus hombros.
-Gracias-bajó la mirada.
A pesar de que se estaba muriendo del frío, no le importaba porque al menos ella iba a estar bien; aquella noche estaba llendo sobre ruedas, todo iba perfecto con la chica de sus ojos.
***
-¿Seguro qué quieres otro?
-Sí, quiero otro ice tea-Eva estalló a carcajadas.
-Como quieras-se encogió de hombros y le volvió a servir el “ice tea”.
Eva se lo estaba pasando en grande, tanto que no sabía cuantos “ice tea” se estaba bebiendo y le estaba afectando, lo veía casi todo regular y reía por todo. Es más, bailaba con todos.
-Que pelotazo lleva la chica-le comentaba Georg a Tom.
-Déjala, se lo está pasando bien-y se dirigió hacia ella-. ¡Eva! Cuenta el chiste que me has contado-Georg sacudió la cabeza y se acercó a ellos.
-¡Oh sí, sí!-los de la estancia de arriba se lo estaban pasando genial con ella, se los había ganado a todos-. Esto eran…shh callaros que lo cuento-rió y todos la acompañaron-. Esto eran dos hombres…y se cayó…el del medio-no lo contó de un tirón porque la risa se lo impedía.
A Tom le seguía pareciendo un chiste malísimo pero aún así, rió como nunca.
-Eva, vamos abajo que es donde está todo lo bueno-un chico desconocido que acababa de conocer la llevó hacía el primer piso.
-De acuerdo, de acuerdo. ¡Vamos todos!-y todos la siguieron.
-Ven Eva-cuando ya estaban abajo Gustav la cogió del brazo y se la llevó hacia una gran mesa-. Vamos a bailar se ha dicho-la ayudó a subirse.
-Tranquilo, yo te enseño.
Casi todos los de la estancia corrieron a rodear la mesa, Eva era la anfitriona y todos estaban con ella. Como Gustav le había pedido dejó llevarse por la canción que estaba sonando ahora mismo: Single ladies.
Como nadie se ha perdido este baile, Eva con su estado, no dudó en hacer un intento fallido de Beyoncé y le salió la mar de divertido y Gustav que estaba a su lado la imitó y así, sucesivamente.
***
-¿Sabes una cosa Bill?-Claire se acercaba a él sin apartar la sonrisa de su cara-. Me gustas mucho-le susurró en su oído.
A Bill se le encendieron las mejillas y corrió a buscar sus labios. Cuando le faltaba nada para que se rozaran, desvió la mirada hacia dentro y desde ahí, se veía claramente a Eva, ¿bailando sobre una mesa con Gustav?
-¿Eva?-frunció el ceño.
-¿Eva?-repitió incrédula.
-Mírala-dijo en una carcajada.
-Díos mío-hizo lo mismo y corrieron para ir a verla.
-¿Qué hace?-Bill corrió donde su hermano y su amigo Georg que les aplaudían sin dejar de reír.
-Están en una fiesta, ¿qué querías?
-¡Olé Eva!-empezó a gritar su amiga bailando.
Bill puso los ojos en blanco cuando vio a todas esas personas bailar como ella y se dejó llevar. Se acercó a la multitud y consiguió llegar a la primera fila.
-¡Uououo!-aplaudió.
Eva reconoció esa angelical voz y lo buscó con la mirada como pudo.
-¡Bill! Vamos sube-le tendió una mano.
-¿Qué?-le cambió el rostro y miró a todos lados y varios chicos y chicas le animaron para que subiera-. ¿Qué puedo perder?-murmuró y cogiendo la mano de Eva subió a la mesa.
Miró a Eva que le enseñaba unos pasos y éste la imitó, antes le hubiera dado muchísima vergüenza pero ahora, con ella, nada de nada. Desde allí arriba vio a Claire que le aplaudía riéndose a carcajadas como su hermano, Georg y Gustav también que éste último se acababa de bajar. Estaría mareado.
Cuando le estaba pillando el tranquillo, desvió la mirada hacia su compañera de baile y veía como se acercaba al filo de la mesa, pero llegó tarde.
-Eva-gritó cuando calló al suelo y no la vio.
Los que estaban por ese lado se quedaron mirando hacia abajo y todos en silencio.
-¡Estoy viva!-gritó levantándose de un salto a la vez que levantaba su brazo. Volvió la fiesta.
Bill rió y se bajó de la mesa por donde estaba ella.
-¿Qué tal estas Beyoncé?-bromeó.
-Si te digo la verdad…-dejó la mirada perdida y no se estaba quieta en un mismo sitio-…algo mareada.
-¡Eva!-Claire corrió a abrazarla-. ¿Por qué no conocía este lado de ti?-rió.
-No sabes todo, querida.
-Está mareada-le dijo Bill-. La llevaré a tú habitación.
-Te acompaño-se ofreció.
-No hace falta, quédate. Ahora vuelvo. ¡Tom!-gritó para que puediera escucharle entre tanto ruido y a pesar de su estado se percató-. Necesito la chaqueta de Eva.
-Ahora mismo jefe.
-Claire-una chica se acercó.
-Sylvia. ¿Qué tal?
-Muy bien, oye tú amiga es toda una crack-rieron-. ¿Te vienes?
-Bueno…-miró a Bill.
-Vete, si yo ahora vengo.
-Gracias-le sonrió dándole su chaqueta. Hizo ademán de irse. Le cogió de un brazo y sin esperárselo, juntó sus labios con los de él-. Te espero aquí-le susurró antes de darse media vuelta.
Bill quedó embobado viéndola marchar.
-Vaya-Eva se apoyó en su hombro-. Que mujer tienes…
-Calla anda-rió.
***
Bill tenía que ir sujetándola cada dos por tres sino, se tragaba el suelo.
-Veo que te has dado una buena fiesta, ¿eh?
-¿Sabías que tú hermano me ha dado ice tea? Pero yo sé que es mentira, no se lo digas. Shhh-le costaba hablar bien y Bill reía.
Solo le quedaban girar la esquina y ya estarían en la habitación de Eva.
-Un momento Bill, necesito….sentarme-se dirigió hacia el alfeizar y se sentó apoyando la cabeza en la pared.
-Solo quedan unos pasos y estarás con el señor Morfeo.
-Que se espere, cuando deje de menearse esto vamos.
-Muy bien-sonrió y se sentó frente suya.
Quedaron en silencio.
-¿Te lo has pasado bien esta noche?-sacó conversación para que no se durmiera que la veía venir.
-Sssí. Pero creo que no tanto como tú-sonrió pícara. Dejó de apoyarse en la pared y se acercó más a él-. Y todo gracias a mí-se señaló.
-¿Qué dices? Tú no has echo nada-reía.
-¿Cómo que no?-se hizo la ofendida luchando por mantener los ojos abiertos-. Ha sido todo gracias a mí-se levantó pero sus piernas le fallaron y calló encime de Bill.
-Cuidado-le susurró.
Eva se quedó justamente acunada en sus brazos, sus miradas se encontraron y no pudieron evitar dejarlas así por unos segundos, bastante largos…
Fue cuando Bill, sin pensarlo, acercaba sus labios lentamente hacía los suyos, estaban demasiado cerca y solo faltaba un poquito para…
-¿Eva?-Bill se asustó al volver en sí al haber escuchado el nombre de ella salir de los labios de Roberto que se acercaba extrañado.
Como se asustó, el acto reflejo que tuvo fue ponerse en pie sin acordarse que Eva estaba encima suya y calló al suelo.
-Auch-se quejó.
Roberto fue corriendo y Bill se agachó para cogerla.
-Lo siento-se disculpaba.
-¿Que ha pasado?
-Hemos ido a una fiesta…-paró al ver que el chico la cogía como una caja vacía de la fuerza que tenía-… y bueno, se tomó la fiesta por su mano.
-Ya veo-sonrió.
-La llevaba a su habitación pero…cayó encima mía porque…estaba mareada-intentaba explicar.
-Voy a llevarla yo.
Roberto empezó a andar y Bill le siguió.
-¿Qué haces aquí tan tarde?-preguntó el gemelo.
-Venía a verla, me dijo que tenía planes pero no sabía que eran estos. Se merece esto después de lo que está pasando. ¿Puedes abrir la puerta?
-Oh, sí. Claro-con dificultad metió la llave que le sacó hace un par de minutos de la chaqueta de Eva.
Roberto entró y Bill se quedó en la puerta de pie pensando en lo que le acababa de decir.
-¿Qué está pasando?-se atrevió a preguntar.
-Bueno…-le quitaba la chaqueta y los tacones para después arroparla-. Ya sabes, la boda-se puso a su nivel.
-¿Boda?-dijo en un grito ahogado.
-Mierda-maldijo entre dientes cerrando los ojos-. ¿Sabes qué? Tienes razón, es muy tarde-hizo ademán de irse pero Bill lo retuvo.
-En mí puedes confiar.
-De acuerdo-suspiró-. Pero todo te lo ha dicho Claire-miró a Eva que por mucho que una bomba cayese no se iría a despertar-. Eva y yo nos vamos a casar.
-¿Cómo dices?-gritó dejando la boca abierta-. ¿Por qué? ¿Tanto os queréis?
-Ese es el problema, ninguno de los dos nos queremos-Bill no entendía-. A Eva la quiero demasiado, haría cualquier cosa por ella pero, la quiero como mi mejor amiga que ha sido siempre. Igual que yo para ella.
-¿Entonces…?-arqueó su ceja.
-Nuestros padres prepararon la boda cuando nosotros solamente éramos un feto-continuó-, ellos se casaron así; los abuelos de ella eligieron con quien se irían a casar sus hijos, igual que los míos.
-Bueno y-dijo tras una pausa-, ¿vuestros padres saben qué vivimos en el S.XXI?
-Lo sé-rió entre dientes-. Eva se lo ha intentado explicar y yo la he ayudado, pero aquí me ves-reprimió un suspiro.
Bill quedó pensativo mirándola, no se creía que iría a pertenecer a un hombre para siempre.
-Creo que sera mejor que te vayas, me quedaré con ella.
-Por supuesto, que descanséis… los dos.
Desvió un momento la mirada y cuando vio que Tom y Claire hablaban la mar de bien puso los ojos en blanco; se incorporó con una sonrisa en su rostro.
No quiso interrumpir aquello, sabía que los dos estarían bien. Se cruzó de brazos a esperar; dio una vuelta en sí y volvió para mirar por la vitrina del restaurante en el que tan solo unos minutos atrás, acababa de salir.
Pudo reconocer a la pareja de ancianos que muy amablemente les saludaron nada más entrar; también vio a varios jóvenes que reían y en el mostrador, más guapo que nunca, Bill. No pudo evitar sonreír, aquella noche Bill iba realmente guapo, nunca lo había visto así. Ah, bueno, sí. En su sueño.
Sacudió la cabeza para olvidarse de aquel recuerdo, aquel recuerdo que tanto le gustó pero, que tan solo significaba una cosa que no podía permitir.
-¿Nos vamos?-dio un respingo al oír la voz del chico en el que estaba pensando tan cerca. Le devolvió su alegre sonrisa.
-Vamos-caminaron para recoger a los otros.
Bill volvió al lado de Claire, coqueto, y ésta enseguida volvió a entrelazar su brazo con el de chico para seguir el camino los dos juntos. Mientras tanto, Eva esperó a Tom que con cara de disgusto miraba a Claire y a su hermano.
-Venga Tom, ¿te cuento un chiste? Seguro que te ríes, es muy malo-murmuró.
-Pruébame, yo soy el rey de los chistes malos-sonrió divertido.
-Vale, esto eran dos hombres caminando y se cayó el del medio-Eva empezó a reírse sola esperando a que Tom la acompañara pero no obutvo tal cosa y paró de reír enseguida.
-Lo siento, a ti no te gana nadie-rió y Eva le dio un pequeño golpe.
-Al menos te he animado.
-¿Quien ha dicho que estuviera mal?-se encogió de hombros.
-Vamos, me vas a decir que no te ha molestado que tú hermano te interrumpiera.
Tom calló en silencio.
-Bah, mejor pasar del tema-sacó la lengua.
-Como quieras-le sonrió.
Después de quince minutos, ya estaban parados enfrente de la facultad de ingeniería y por lo que parecía desde fuera, era una buenísima fiesta. A fuera, habían unos cuantos que necesitaban del aire, no se estaban aburriendo demasiado.
A la vez que entraban veían como cada uno se tomaba la fiesta como querían; unos bebían, otros bailaban, otros hacían ambas cosas y otros, se traspasaban saliva.
Aquello era muy grande, la música sonaba por cada rincón y ninguno estaba aburrido. Cerca de la terraza había un sillón y éstos se sentaron allí antes de que se lo quitaran.
-Esto, voy a buscar a Georg y a Gustav-Tom tuvo que alzar un poco la voz para decírselo a Eva ya que su hermano y Claire estaban muy entretenidos hablando-. ¿Quieres que te deje la chaqueta?
-Sí-se la quitó y se la pasó-, gracias.
Mientras veía como se marchaba Tom, se colocó bien su vestido y miró a su alrededor, no pudo evitar bailar un poquito desde su asiento, aquella música llamaba a todos a bailar.
-¡Eh! Guapísima, ¿qué haces aquí sola?
Un chico de no más de 20 años se le acercó con un tufo bastante grande a alcohol, Eva se apartó empujándolo. Iba a hablar con Claire, para decirle que si por favor la acompañaba algún lugar para no estar sola pero, la vio tan entretenida que decidió irse solita. Bufó y se levantó.
-¿Habéis visto a Tom?-preguntaba a todo aquel que creía que le conocía y casi todos le decían que no mientras que otros, le tiraban los trastos aprovechando que se había acercado.
-¡Gustav!-gritó cuando lo reconoció entre la multitud en el piso de arriba. Apartó una barra de personas y por fin lo alcanzó.
-Eva-gritó sorprendido-. ¿Qué tal?-y la abrazó.
-Muy bien, como tú que estás…-dijo entre dientes-. ¿Has visto a Tom?-enarcó una ceja.
-Emm-empezó a señalar para todos lados y acto seguido se llevó su vaso a la boca-. Estaba por aquí hace un segundo, te lo juro.
-Te creo, bueno, voy a buscarle.
-Eh, ¿te tomas algo conmigo?
-Sí, emm, cuando vuelva a pasar por aquí-decía mientras se iba.
Subió más escaleras y bajó en seguida cuando se dio cuenta que aquello servía de hostal.
-¿Eva?
-Tom-bajó rápido hacía él.
-¿Qué haces bajando de ahí? ¿Algún ligue?-le sonría pícaro mientras le daba con el codo.
-Que va. Te estaba buscando ya que me has dejado sola ahí con… los tórtolos-suspiró.
-Has venido al tipo adecuado para pasártelo en grande, acompáñame-le hizo un gesto con la cabeza para que le siguiera. Pararon enfrente de una mesa llena de vasos y bebidas, no pudo darse cuenta de lo que estaba echando Tom pero seguro que agua no era-. Aquí tienes.
-¿Qué es?-lo cogió.
-Ice tea-Eva enarcó una ceja-. Es cierto, pruébalo y verás.
Primero lo olió y después lo saboreó un poco, que sabor tan dulce y tan rico para su paladar. Tom sonrió satisfecho.
Mientras tanto en el piso de abajo, en el sillón cerca de la terraza…
-Oye, ¿dónde están estos?-preguntó Claire al darse cuenta que estaban solos.
-Ni idea-se encogió de hombros.
-Bill-sonrió-. ¿Por qué no nos vamos a un lugar más tranquilo?-le señaló a la terraza.
Éste le devolvió la sonrisa levántandose y ofreciéndole la mano para que pudiera ponerse en pie. Abrieron la puerta de cristal y salieron a la calle.
-Uy, que frío-dijo ella abrazándose.
-Ten-se quitó su chaqueta y se la colocó en sus hombros.
-Gracias-bajó la mirada.
A pesar de que se estaba muriendo del frío, no le importaba porque al menos ella iba a estar bien; aquella noche estaba llendo sobre ruedas, todo iba perfecto con la chica de sus ojos.
***
-¿Seguro qué quieres otro?
-Sí, quiero otro ice tea-Eva estalló a carcajadas.
-Como quieras-se encogió de hombros y le volvió a servir el “ice tea”.
Eva se lo estaba pasando en grande, tanto que no sabía cuantos “ice tea” se estaba bebiendo y le estaba afectando, lo veía casi todo regular y reía por todo. Es más, bailaba con todos.
-Que pelotazo lleva la chica-le comentaba Georg a Tom.
-Déjala, se lo está pasando bien-y se dirigió hacia ella-. ¡Eva! Cuenta el chiste que me has contado-Georg sacudió la cabeza y se acercó a ellos.
-¡Oh sí, sí!-los de la estancia de arriba se lo estaban pasando genial con ella, se los había ganado a todos-. Esto eran…shh callaros que lo cuento-rió y todos la acompañaron-. Esto eran dos hombres…y se cayó…el del medio-no lo contó de un tirón porque la risa se lo impedía.
A Tom le seguía pareciendo un chiste malísimo pero aún así, rió como nunca.
-Eva, vamos abajo que es donde está todo lo bueno-un chico desconocido que acababa de conocer la llevó hacía el primer piso.
-De acuerdo, de acuerdo. ¡Vamos todos!-y todos la siguieron.
-Ven Eva-cuando ya estaban abajo Gustav la cogió del brazo y se la llevó hacia una gran mesa-. Vamos a bailar se ha dicho-la ayudó a subirse.
-Tranquilo, yo te enseño.
Casi todos los de la estancia corrieron a rodear la mesa, Eva era la anfitriona y todos estaban con ella. Como Gustav le había pedido dejó llevarse por la canción que estaba sonando ahora mismo: Single ladies.
Como nadie se ha perdido este baile, Eva con su estado, no dudó en hacer un intento fallido de Beyoncé y le salió la mar de divertido y Gustav que estaba a su lado la imitó y así, sucesivamente.
***
-¿Sabes una cosa Bill?-Claire se acercaba a él sin apartar la sonrisa de su cara-. Me gustas mucho-le susurró en su oído.
A Bill se le encendieron las mejillas y corrió a buscar sus labios. Cuando le faltaba nada para que se rozaran, desvió la mirada hacia dentro y desde ahí, se veía claramente a Eva, ¿bailando sobre una mesa con Gustav?
-¿Eva?-frunció el ceño.
-¿Eva?-repitió incrédula.
-Mírala-dijo en una carcajada.
-Díos mío-hizo lo mismo y corrieron para ir a verla.
-¿Qué hace?-Bill corrió donde su hermano y su amigo Georg que les aplaudían sin dejar de reír.
-Están en una fiesta, ¿qué querías?
-¡Olé Eva!-empezó a gritar su amiga bailando.
Bill puso los ojos en blanco cuando vio a todas esas personas bailar como ella y se dejó llevar. Se acercó a la multitud y consiguió llegar a la primera fila.
-¡Uououo!-aplaudió.
Eva reconoció esa angelical voz y lo buscó con la mirada como pudo.
-¡Bill! Vamos sube-le tendió una mano.
-¿Qué?-le cambió el rostro y miró a todos lados y varios chicos y chicas le animaron para que subiera-. ¿Qué puedo perder?-murmuró y cogiendo la mano de Eva subió a la mesa.
Miró a Eva que le enseñaba unos pasos y éste la imitó, antes le hubiera dado muchísima vergüenza pero ahora, con ella, nada de nada. Desde allí arriba vio a Claire que le aplaudía riéndose a carcajadas como su hermano, Georg y Gustav también que éste último se acababa de bajar. Estaría mareado.
Cuando le estaba pillando el tranquillo, desvió la mirada hacia su compañera de baile y veía como se acercaba al filo de la mesa, pero llegó tarde.
-Eva-gritó cuando calló al suelo y no la vio.
Los que estaban por ese lado se quedaron mirando hacia abajo y todos en silencio.
-¡Estoy viva!-gritó levantándose de un salto a la vez que levantaba su brazo. Volvió la fiesta.
Bill rió y se bajó de la mesa por donde estaba ella.
-¿Qué tal estas Beyoncé?-bromeó.
-Si te digo la verdad…-dejó la mirada perdida y no se estaba quieta en un mismo sitio-…algo mareada.
-¡Eva!-Claire corrió a abrazarla-. ¿Por qué no conocía este lado de ti?-rió.
-No sabes todo, querida.
-Está mareada-le dijo Bill-. La llevaré a tú habitación.
-Te acompaño-se ofreció.
-No hace falta, quédate. Ahora vuelvo. ¡Tom!-gritó para que puediera escucharle entre tanto ruido y a pesar de su estado se percató-. Necesito la chaqueta de Eva.
-Ahora mismo jefe.
-Claire-una chica se acercó.
-Sylvia. ¿Qué tal?
-Muy bien, oye tú amiga es toda una crack-rieron-. ¿Te vienes?
-Bueno…-miró a Bill.
-Vete, si yo ahora vengo.
-Gracias-le sonrió dándole su chaqueta. Hizo ademán de irse. Le cogió de un brazo y sin esperárselo, juntó sus labios con los de él-. Te espero aquí-le susurró antes de darse media vuelta.
Bill quedó embobado viéndola marchar.
-Vaya-Eva se apoyó en su hombro-. Que mujer tienes…
-Calla anda-rió.
***
Bill tenía que ir sujetándola cada dos por tres sino, se tragaba el suelo.
-Veo que te has dado una buena fiesta, ¿eh?
-¿Sabías que tú hermano me ha dado ice tea? Pero yo sé que es mentira, no se lo digas. Shhh-le costaba hablar bien y Bill reía.
Solo le quedaban girar la esquina y ya estarían en la habitación de Eva.
-Un momento Bill, necesito….sentarme-se dirigió hacia el alfeizar y se sentó apoyando la cabeza en la pared.
-Solo quedan unos pasos y estarás con el señor Morfeo.
-Que se espere, cuando deje de menearse esto vamos.
-Muy bien-sonrió y se sentó frente suya.
Quedaron en silencio.
-¿Te lo has pasado bien esta noche?-sacó conversación para que no se durmiera que la veía venir.
-Sssí. Pero creo que no tanto como tú-sonrió pícara. Dejó de apoyarse en la pared y se acercó más a él-. Y todo gracias a mí-se señaló.
-¿Qué dices? Tú no has echo nada-reía.
-¿Cómo que no?-se hizo la ofendida luchando por mantener los ojos abiertos-. Ha sido todo gracias a mí-se levantó pero sus piernas le fallaron y calló encime de Bill.
-Cuidado-le susurró.
Eva se quedó justamente acunada en sus brazos, sus miradas se encontraron y no pudieron evitar dejarlas así por unos segundos, bastante largos…
Fue cuando Bill, sin pensarlo, acercaba sus labios lentamente hacía los suyos, estaban demasiado cerca y solo faltaba un poquito para…
-¿Eva?-Bill se asustó al volver en sí al haber escuchado el nombre de ella salir de los labios de Roberto que se acercaba extrañado.
Como se asustó, el acto reflejo que tuvo fue ponerse en pie sin acordarse que Eva estaba encima suya y calló al suelo.
-Auch-se quejó.
Roberto fue corriendo y Bill se agachó para cogerla.
-Lo siento-se disculpaba.
-¿Que ha pasado?
-Hemos ido a una fiesta…-paró al ver que el chico la cogía como una caja vacía de la fuerza que tenía-… y bueno, se tomó la fiesta por su mano.
-Ya veo-sonrió.
-La llevaba a su habitación pero…cayó encima mía porque…estaba mareada-intentaba explicar.
-Voy a llevarla yo.
Roberto empezó a andar y Bill le siguió.
-¿Qué haces aquí tan tarde?-preguntó el gemelo.
-Venía a verla, me dijo que tenía planes pero no sabía que eran estos. Se merece esto después de lo que está pasando. ¿Puedes abrir la puerta?
-Oh, sí. Claro-con dificultad metió la llave que le sacó hace un par de minutos de la chaqueta de Eva.
Roberto entró y Bill se quedó en la puerta de pie pensando en lo que le acababa de decir.
-¿Qué está pasando?-se atrevió a preguntar.
-Bueno…-le quitaba la chaqueta y los tacones para después arroparla-. Ya sabes, la boda-se puso a su nivel.
-¿Boda?-dijo en un grito ahogado.
-Mierda-maldijo entre dientes cerrando los ojos-. ¿Sabes qué? Tienes razón, es muy tarde-hizo ademán de irse pero Bill lo retuvo.
-En mí puedes confiar.
-De acuerdo-suspiró-. Pero todo te lo ha dicho Claire-miró a Eva que por mucho que una bomba cayese no se iría a despertar-. Eva y yo nos vamos a casar.
-¿Cómo dices?-gritó dejando la boca abierta-. ¿Por qué? ¿Tanto os queréis?
-Ese es el problema, ninguno de los dos nos queremos-Bill no entendía-. A Eva la quiero demasiado, haría cualquier cosa por ella pero, la quiero como mi mejor amiga que ha sido siempre. Igual que yo para ella.
-¿Entonces…?-arqueó su ceja.
-Nuestros padres prepararon la boda cuando nosotros solamente éramos un feto-continuó-, ellos se casaron así; los abuelos de ella eligieron con quien se irían a casar sus hijos, igual que los míos.
-Bueno y-dijo tras una pausa-, ¿vuestros padres saben qué vivimos en el S.XXI?
-Lo sé-rió entre dientes-. Eva se lo ha intentado explicar y yo la he ayudado, pero aquí me ves-reprimió un suspiro.
Bill quedó pensativo mirándola, no se creía que iría a pertenecer a un hombre para siempre.
-Creo que sera mejor que te vayas, me quedaré con ella.
-Por supuesto, que descanséis… los dos.
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TSUPDOAA
Bill Kaulitz es un chico que todo lo tiene, inteligente, atractivo, cariñoso... Junto a su hermano gemelo Tom y sus dos mejores amigos: Georg y Gustav, se van a embarcar en la aventura de pisar por primera vez la universidad donde se volveran locos por las...sí, las chicas.
Pero Bill queda embobado por una rubia pero lo que no sabe el es que tendrá que recurrir a su peor enemiga para poder conquistar su corazón.
La pregunta es, ¿conquistar el corazón de la rubia o el de su peor enemiga? ;D
Da click abajo para leer todos los capítulos ;)
Pero Bill queda embobado por una rubia pero lo que no sabe el es que tendrá que recurrir a su peor enemiga para poder conquistar su corazón.
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