BON: te quiero

Dicen que el amor no entiende de razas, distancias, sexo o edad. Pero, ¿realmente la sociedad esta preparada para ello? ¿Cómo alguien no puede aceptar el amor entre dos personas? ¿Por que entierran algo tan bonito en el olvido? ¿Cual seria la unica salida? Un amor destinado a la separacion...

-Gracias Amanda ;)



Bienvenid@s!

Hola! Antes que nada, gracias por el simple hecho de entrar aquí. Aquí os pondré mis historias, mis pensamientos y siempre van a tener como protagonistas a los chicos de Tokio Hotel, aunque no siempre saldrán como tal.
Espero que os guste y que os divirtáis leyendo y pido una única cosa, en esta actual historia los cuatro chicos no son los protagonistas, es mi primera historia así, y me encantaría que a continuación me contárais que os parece.
Me alegraría muchísimo saber que cada visitante elige su opinión en la encuesta =)
Muchísimas gracias por vuestra atención, y espero, sigáis entrando ;)

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lunes, 22 de marzo de 2010

Capítulo 1.

Bill Kaulitz sabía perfectamente que todo le iría bien a pesar de su nerviosismo. Llegar a la universidad es lo que siempre ha deseado, tener un nivel más, descubrir nuevas cosas, acabar la carrera y ser un hombre libre con su propio trabajo salido de su propio esfuerzo.

Hoy era su primer día en la universidad de Berlín, la más antigua de aquella ciudad: Humboldt.

Para su madre era todo un orgullo, aunque siempre ha dicho que lo único que quería era que sus dos únicos hijos hicieran con su vida lo que quisieran, siempre tenía en mente de que alguno de los dos fuera a aquella universidad donde su abuelo estudió hasta convertirse el mejor doctor de su pueblo Magdeburgo donde residía actualmente ella.

Pero eso no estaba en la mente de ninguno de los gemelos.

Bill tenía un hermano mayor que él por diez minutos y se parecían en todo, pero en nada. Y entre esas cosas que se parecían estaba lo que querían ser de mayores que era el periodismo, la investigación, las entrevistas…

Tom claramente prefería estar tumbado en el sofá de su casa pero claro, tendría que tener dinero para tener una casa y un sofá así que no le quedó más remedio que seguir los pasos de su hermano pequeño.

Y en cuanto a chicas, Tom se llevaba cada noche a una y no es porque Bill tuviese problemas, él se podría decir que era más hermoso que Tom porque tenía algo que llamaba demasiado la atención a las chicas pero él, tan solo esperaba a la chica de sus sueños y mientras la esperaba, se refugiaba con los libros que nunca le fallarían.

Volviendo al tema, Bill estaba más que contento, ya no estaba en aquel pueblo donde todo el mundo se conocía e iban a los mismos lugares; ahora estaría con sus tres mejores amigos y podrían hacer exactamente lo que a ellos les diera la real gana.

Bill, Tom, Gustav y Georg iban a ser libres por primera vez hasta tiempo indefinido y esa oportunidad no la iban a dejar pasar.

-Ni hasta aquí voy a perderte de vista-refunfuñaba Tom mientras desempaquetaba sus cosas.

-Perdona que te diga pero has sito tú quien ha querido venir a esta universidad, te recuerdo que hasta hace unos meses querías ser guitarrista profesional y esto no lo ibas a pisar nunca-se defendió Bill.

-Vaalee, tampoco hacía falta que te pusieras así. Era una manera de hablar-sonreía.

-¡Hey chicos!-Gustav entró tan de golpe que hizo que Tom y Bill dieran un pequeño brinco-. ¿Por qué vuestra habitación es más grande?-preguntó ceñudo.

-Pues porque nosotros somos gente con clase-vacilaba Tom.

-No te despistes y dinos porque has entrado así de golpe-dijo Bill.

-¡Eso!-se acordó y le salió una sonrisa de lo más pícara-. Por cada rincón que paso me encuentro con una tía-abrió mucho los ojos.

Bill abrió mucho los ojos y se dijo a sí mismo que parecía mentira que aún le sorprendieran esas cosas acerca de Gustav.

-A lo máximo que vas a llegar va a ser a saludarlas, ríndete van a ser todas mías.

-Oye Tom, ¿por qué no dejas tú ego un ratito? Pero es que, eso no es todo-Bill se apoyó en su escritorio cruzado de brazos esperando la razón por la que le habían interrumpido para dejar su habitación impecable-, hay una chica, rubia y es la mejor de todas-Tom abrió mucho los oídos-. Su habitación está cerca de la nuestra, he oído que es de Hamburgo, aún no sé su nombre pero Tom-se sentó a su lado y estaba tan ilusionado como un niño al que le dan su primer regalo-, tenía un movimiento de caderas al caminar y su melena le caía por los hombros y tiene una boquita que…

-¡Eh, eh Gustav!-Georg entró de la misma manera que hace un momento lo había echo el nombrado-. ¿Se lo has contado?-Gustav asintió-, pues viene hacía aquí-dijo emocionado y salió rápidamente a la puerta seguido de Gustav y de Tom el cual ya se había entusiasmado con la descripción que le había echo su amigo.

Bill no le daba mucha importancia pero nunca estaba mal darle una alegría a la vista y quería comprobar si Gustav tenía razón al decir que aquella chica era la mejor de todas así que salió y se colocó al lado de sus amigos los cuales miraban para el lado izquierdo con lo que parecía, la boca abierta.

Cuando giró la cabeza, Bill no vio a una chica sino que vio a la chica de sus sueños. Estaba claro, debería de ser ella y por primera vez sintió aquel cosquilleo que debes de sentir cuanto te enamoras a simple vista.

Aquella chica rubia con nombre desconocido para Bill, radiaba su hermosura con cada paso que daba, su sonrisa era preciosa y por más que intentaba recordar si había visto alguna sonrisa que superara esa no la recordaba.

A Bill le latió aún más rápido el corazón cuando aquel ángel pasó por su lado y le dedicó aquella sonrisa tan especial para él.

-Me he enamorado-confesó cuando ya la perdió de vista.

-Tú y todos-dijo su hermano y lo empujó hacia dentro ya que se había quedado embobado viendo el pasillo por donde ella se fue.

-¿Qué más sabéis de ella?-preguntó a sus amigos con entusiasmo.

-Lo que te he contado-respondió Gustav.

-Tengo que conocerla-dijo Bill muy seguro-, tengo que seguirla para ver a que clase va, tengo que hacer algo para conocerla. Qué mujer…-dejó la mirada perdida.

-Parece que mi hermano se la ha pedido, ¿sabéis si tiene una compañera que esté como ella?-sonrió pícaro.

-No la hemos visto-Georg miró a Gustav y este negó con la cabeza.

-Oye-Bill cogió a Georg y lo levantó de su cama llevándolo hasta la puerta-, ¿y por qué no vamos a vuestra habitación? Me apetece verla seguro que la habéis decorado bien.

-Claro, para cuando te conviene…

Georg no tuvo más remedio que llevarlo seguido de Tom y Gustav; siempre tenían que hacer lo que Bill quisiera, él lo reconocía, podía llegar a ser muy caprichoso.

Tuvieron que ir al edificio de al lado, Bill estaba tan ensimismado con sus pensamientos en que podría decirle algo si la llegara a ver en ese momento que no vio un obstáculo con el cual chocó y calló al suelo.

-¿Estás bien?-preguntó Georg.

-Sí…-se levantó torpemente con la ayuda de Georg ya que los otros dos los perdió de vista-. ¿Contra qué me he chocado?-miró a Georg y esté le mostró una media sonrisa achinando los ojos. Bill lo miró ceñudo.

-Quien si no iba a estar pensando en las musarañas y chocaría contra todo-dijo el obstáculo.

Bill abrió mucho los ojos y murmuró unas cuantas veces: “no me lo puedo creer”.

-¡Tú! ¿Qué haces aquí?-le señaló casi con repugnancia.

-Lo mismo que tú supongo, estudiar-contestó con mal tono.

-Eva, ¿vamos?

Todos desviaron la mirada hacia donde provenía la voz que llamaba a la chica que más odiaba Bill y esto, si que no se lo pudo creer. La chica de sus sueños conocía a ¡Eva!

-Hasta luego chicos-Eva se despidió de los demás con una dulce sonrisa mientras que a Bill lo miró por el rabillo del ojo y borró su sonrisa dándose media vuelta.

-Piensa el lado positivo-Tom apoyó su brazo en el hombro de Bill que se quedó como una auténtica estatua-, puedes decirle a Eva que te la presente.

Bill no contestó, tan solo giró su cabeza lentamente para mirar a Tom con la peor de sus miradas que hizo que se le borrara la sonrisa de su rostro.

Todo el mundo sabía que si ponían a Bill y a Eva en la misma frase volvería a arder Troya.

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TSUPDOAA

Bill Kaulitz es un chico que todo lo tiene, inteligente, atractivo, cariñoso... Junto a su hermano gemelo Tom y sus dos mejores amigos: Georg y Gustav, se van a embarcar en la aventura de pisar por primera vez la universidad donde se volveran locos por las...sí, las chicas.
Pero Bill queda embobado por una rubia pero lo que no sabe el es que tendrá que recurrir a su peor enemiga para poder conquistar su corazón.
La pregunta es, ¿conquistar el corazón de la rubia o el de su peor enemiga? ;D




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